Mi ventana de despedida

 

Con esta entrada finalizó mi experiencia de aprendizaje del curso de igualdad de trato y no discriminación. Lo primero agradecer la oportunidad de haber podido participar en esta formación, que creo que es fundamental que se realicen este tipo de iniciativas para poder mejorar nuestra labor como empleadas y empleados públicos.


Centrándome en mi ámbito de trabajo, el medio penitenciario, creo que la igualdad de trato y no discriminación es uno de los mayores retos donde tenemos que poner el foco. Teniendo en cuenta el concepto de interseccionalidad, las personas privadas de libertad sufren con mucha frecuencia este tipo de discriminación, ya que el simple hecho de haber estado en prisión suele ser un motivo de discriminación. Si a esto le sumamos que mucha gente que cumple una pena de prisión vive o ha vivido en situaciones de pobreza, son personas del colectivo LGTBI, de etnia gitana, extranjeros, mujeres, personas con discapacidad…se genera un “cóctel perfecto” para que se produzcan situaciones de discriminación.

Por este motivo, teniendo en cuenta lo establecido en la Constitución Española, que determina que el fin primordial de las penas privativas de libertad es la reeducación y reinserción social, tenemos que trabajar con el foco puesto en la igualdad de trato y no discriminación. 

En un primer momento, durante el cumplimiento de la pena, el objetivo tiene que ser atender de forma adecuada las carencias y necesidades, especialmente de los colectivos más vulnerables. Para conseguir este objetivo creo que puede ayudar que el personal que trabajamos en la Administración Penitenciaria participemos en formaciones de este tipo para ampliar nuestros conocimientos y saber cómo abordar situaciones en las que se pueda dar algún tipo de discriminación. También creo que es útil el generar espacios seguros para las personas internas que pertenecen a estos grupos más vulnerables, seguir llevando a cabo proyectos como el que he desarrollado en la entrada anterior del blog (proyecto rejas rosas) o seguir implementando programas específicos de tratamiento (como el programa ser mujer, el programa diversidad para personas con discapacidad, etc).

Por otra parte, creo que es de especial relevancia, en el ámbito de la igualdad de trato y no discriminación, el momento de la excarcelación, ya que es un momento de gran vulnerabilidad para las personas que cumplen una pena de prisión. Creo que como personal de la Administración Penitenciaria tenemos que trabajar para ayudar a las personas internas a contar con estrategias de afrontamiento adecuadas y generar una red de apoyo externa sólida. También pienso que es fundamental que continuemos trabajando de forma estrecha con las entidades del tercer sector.

Termino aquí mi última ventana de aprendizaje, pero seguiré reflexionando sobre cómo puedo mejorar mi posición como empleada pública en el ámbito de la igualdad de trato y no discriminación. Este curso me ha ayudado a tenerlo mucho más presente, aunque creo que me queda mucho más por aprender.

 

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